miércoles, 5 de mayo de 2010

"SEMILLAS" LA MAS RECIENTE EXPOSICIÓN DE VIRGILIO MÉNDEZ



 SE ESTARÁ EXHIBIENDO DEL 4 AL 29 DE MAYO EN EL MUSEO DE LAS CASAS REALES

Santo Domingo, República Dominicana.- “Semillas” es la más reciente exposición que el artista plástico Virgilio Méndez pondrá a la consideración de los críticos este martes 4 de mayo, a las 6:30 de la tarde en los salones del Museo de las Casas Reales, en la calle las damas esquina Mercedes.

En Horario de 9:00 de la mañana a 6:00 de la tarde todos los días excepto los lunes, el público podrá disfrutar del genio creativo del artista dominicano que muestra este mes su primera exposición al público.

“En esta exposición, plasmo mis ideas y dejo correr mi imaginación a través de las técnicas de gráficos mixtos, tantas, agua sobre lienzo y pvc”, dice el también publicista.

Las nuevas obras salidas del pincel de Virgilio Méndez, se caracterizan por ser dueña de un dibujo elaborado, con sensibilidad barroquizante y múltiples elementos que encierran complejidad y secretos.

La imaginación está presente en la exposición individual de Virgilio Méndez, quien presenta unas 15 obras con características diferentes.

Entre las obras que exhibirá este martes el artista plástico figuran: Rostro triste de mi tierra, Volver, Semilla de la desesperación, Semilla del recuerdo, Volver a lo que soy, Lágrima, semilla del llanto, Semilla de la realidad, un día cualquiera en mi tierra, Semilla de la fe, tu pecado es mi pecado, semilla del desamparo, lo que río me dejó, Tierra fértil, semilla para un proyecto de bondad, entre otras.

El modo privilegiado de la expresión es para Virgilio Méndez el dibujo, que desde la última década del siglo pasado ha sido reivindicado y revalorizado por una extraña y afortunada coincidencia entre tendencias "de vanguardia" y neoconceptuales con otras revalorizadoras de lo clásico, o de la llamada tradición Beaux Arts.

Además de las características antes citadas en las obras de Virgilio Méndez, el erotismo no deja de estar presente, donde no falta un aspecto surrealizante en buena parte del arte dominicano de los años ochenta y que ahora se ve reaparecer.

En todo caso, con un diestro manejo de los recursos técnicos, del trazo y la valoración de las sombras que proporciona a esta imagineríza fantástica, una sorprendente precisión, en contraste con la evanescente indefinición de esos seres a medio camino entre los tres reinos de la naturaleza, lo creíble y lo increíble.

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