jueves, 25 de agosto de 2011

PENA CAPITAL PARA LOS MACHOS DOMINICANOS

Por: Providencia Rossi Pujols
Santo Domingo, 25 de Agosto del 2011
Aparentemente estamos  viviendo en una sociedad de espalda a la realidad, puesto que por más que nos restrieguen las cosas en la cara nos negamos a ver lo que está sucediendo o peor aún estamos mirando pero no nos importa nada y es que todos los días somos testigos del asesinato de una mujer a manos de su pareja, ex pareja o novio y solo nos limitamos a llevar una contabilidad fría y muda.
Las familias de esas mujeres asesinadas se sienten solas, desamparadas sin ningún respaldo oficial, con una ley que se quebranta fácil, una justicia que se vende al mejor postor, todavía en este país  vale más tener un familiar militar o con influencias en el poder político que la razón.
La sociedad necesita unirse o por lo menos los dolientes de esas mujeres que cada día caen asesinadas, para exigir que se introduzca la pena de muerte para todo hombre que asesine a una mujer, aunque entendemos que el fenómeno social de los fenimicidios  tiene múltiples causas, pero por algo hay que comenzar.
Los machos dominicanos tienen que entender de alguna manera que ellos no son dueños  de sus novias, esposas, amantes y mucho menos tienen derecho a quitarles la vida por el simple hecho de que ellas se hallan cansado de ser usadas, maltratadas, vejadas, humilladas, reducidas a seres inferiores, encerrémoslos entonces por el resto de sus días a ver si se le envía un mensaje al resto.
Es doloroso ver que en los ocho meses que van del año, han sido asesinadas 105 dominicanas, madres, hijas; que han dejado huérfanos  a sus hijos por puro machismo, si machismo, porque a eso no se le puede llamar amor.
Si las entidades oficiales se mantienen de espaldas a esa realidad y no pasan del allante y movimiento acostumbrado cada vez que una nueva tragedia toca a una familia dominicana y es destacada en los medios de comunicación; los organismos creados para proteger a los ciudadanos y a la mujer y sus representantes nunca han pasado de las palabras, entonces vamos todos a levantar la voz  y exigir de las autoridades acciones concretas en aspectos fundamentales como  seguridad, protección, cultural, social económico, sicológico, familiar y judicial.
Que en estos casos no sirva de nada tener un  hermano o primo militar, el juez corrupto o alegatos estúpidos que juegan con la inteligencia de la gente, exijamos nuestro derecho a elegir con quien queremos estar, nuestro derecho a la vida, exijamos todos la pena capital o la cadena perpetua  para los verdugos machos dominicanos.


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