Por: Providencia Rossi Pujols
Cuando los pueblos deciden hacer justicia por su propia mano, queda implícito que las autoridades no están cumpliendo con el rol que le corresponde. Para muestra bastaría ver las dantescas imágenes mostrada en los medios de comunicación, de un hombre en San Cristóbal, que fue apresado, hallado culpable y sentenciado a muerte por una multitud enardecida, que lo acusó de secuestro.
En casos como éstos, ni siquiera está en discusión, si la “victima” en este caso, era o no culpable de lo que se le acusa; pero el caso debe llamar a reflexión tanto a las autoridades del poder ejecutivo como del judicial, porque para que una comunidad llegue al extremo de agarrar a un “delincuente”, asesinarlo a golpes y luego prenderle fuego, significa que tanto la Policía Nacional como los Jueces no están cumpliendo a cabalidad con la labor que le ha asignado la sociedad.
Quiere eso decir entonces, que los ciudadanos dominicanos se sienten tan desprotegidos, que tienen que recurrir a sus propios medios para protegerse de la ola de delincuencia que azota los cuatro puntos cardinales de ésta media isla.
Ojo, Señores autoridades, menos figureo, menos discurso, menos retórica y más acción, porque las palabras se las lleva el viento y las imágenes tienden desgastarse, pero los hechos permanecen impérenme, como una columna de mármol.
Estimada Periodista Rossi, creo que usted puntualizó de manera muy clara la realidad actual de la incidencia de la delincuencia en nuestra sociedad. Cuando llegamos a estos extremos de tomar la justicia por nuestras manos es porque la labor de las instituciones es nula. Gracias por expresar el sentir de la mayoría de los dominicanos. Lily Montaño Grullón
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